24 de abril de 2010

Para Bilbo

Bethooven dedicó una bagatela a Elisa (o según parece a su amiga y alumna Therese, a la que se le declaró sin demasiada suerte) un copista tuvo una confusión al pasar el manuscrito original de la partitura y esta conocidísima melodía se la han quedado las Elisas.
Ahora además, un musicólogo italiano, ha demostrado que no la compuso Beethoven
tal y como la conocemos hoy, fue Ludwig Nohl quien tras su muerte tomó sus apuntes y la rehizo.
Le había dicho a Javi que le dedicaría una osita a Bilbo y como lo prometido es deuda, aquí está.